domingo, 23 de marzo de 2014

La "luz" de las conciencias...

Gran "Luz" de Marzo...
 

No sabía si publicar esta entrada o dejarla en ese cajón de la memoria que guarda todo aquello que por alguna u otra razón no sabes que hacer con ello.

Voy a ello.

Pero antes, os dejo con esa gran "luz", para que ilumine esta entrada, ahora con "subtítulos..."



Empezamos...


 
Creo que todos somos "conductores" de nuestros sentimientos y emociones...
 
Pero también es cierto que es mas fácil conducirnos a nosotros mismos  y conducir a quien "queremos", si los que nos quieren nos ayudan... 
 
 
¿Creemos de verdad en las conciencias tranquilas? Pienso que nadie está libre de “pecado” y quién lo crea que lo está que se atreva a tirar una mísera piedra…
No seré yo quien lo haga... 
Siempre, en algún momento de nuestra vida, tenemos tiempo para reprocharnos algo. Pero el problema está en el calibre y la importancia de esa toma de decisiones que afectan a otros, o el daño que generan esas decisiones 
¿En qué grado afectan a otras personas nuestras decisiones?
Dialogar antes de decidir... ¿Es eso bueno? 
Hay conciencias que sufren más que otras, y no quiero extrapolar responsabilidades, porque en ciertas ocasiones son más responsables unos que los otros, y otras veces lo son más otros, que los unos. Vamos..., que pienso que, en el fondo, no se libra nadie...
 Estoy convencido que tarde o temprano habrá que dar las gracias por todo lo que nos suceda, y que aquellas personas que algún día recibieron (y aquí podéis utilizar cualquier tiempo y persona del verbo recibir) una paliza con los ojos vendados, serán fuertes, para con la ayuda de quienes las quieran de verdad,  poder salir  adelante, y avanzarán en su paseo por esta vida con una estación o parada más a sus espaldas vivida y superada. Porque esto, aunque me sepa mal decirlo y  aun mas admitirlo, curte a la gente fuerte y también a la que no lo parece…
A mí todo esto me hace creer en el ser humano, en la imperfección del mismo, y en la humildad sin miramientos, porque para que haya personas  humildes, se ve que tienen que haber otro tipo de personas , "otra pena...". 

Y gracias a esto, creo en la amistad, me hace creer en la unión sin preguntas, en el querer sin ese motivo único, sino "porque si".
Creo en los seres que se entregan al máximo y lo dan todo, hasta lo que no tienen, cuando son bien tratados, y me hace creer en los seres que parecen débiles, y en los que quieren parecer fuertes, y en todos y cada uno de los que en algún momento sufren injusticias... 

Y para, casi terminar solo quiero dejar una frase que no sé si es de alguien (estoy seguro de que no)  pero me viene a la cabeza en este momento (luego es mía):
¿Se puede ser feliz sabiendo que con algún acto se hace infeliz a alguien? Eso, pienso que no es felicidad absoluta, porque en el fondo es más infeliz el que causa dolor aunque no sé de cuenta, y es mucho más feliz el que supera esa dificultad.

Y ahora si, y para terminar..., después de leer por enésima vez lo que viene a continuación y que escribí hace ya algún tiempo, te lo voy a dedicar a tí...
Así que va para ti amigo mío...

Hay días en la vida de un ser humano que hacen que esta parezca oscura, quizás por una discusión con un ser querido, o un sentimiento de culpa, o un aparente mal gesto de alguien a quien quieres, o no sentirte valorado cuando realmente si lo eres, o quizás una preocupación latente que te hace pensar mas de la cuenta, o quizás una ocupación que no sabes si es beneficiosa para quien tu quieres, o quizás no saber afrontar un problema que te persigue, o quizás un cansancio extenuante que pone al limite tus fuerzas, o quizás miradas sin un claro mensaje, o quizás ver que alguien que tu quieres no te entiende y es capaz de tener un mal pensamiento de ti por ser, estar y opinar…
Pero luego, ese mismo día, o al día siguiente o antes, encuentras un comentario de tu mejor amigo que te halaga y reconforta, encuentras una mirada limpia, encuentras una presencia que te llena, encuentras a esa persona querida que te escucha y que parece entender o simplemente está a tu lado y te hace creer en el ser humano, encuentras un sms en el móvil de quien te echa de menos, encuentras al ser que mas quieres diciéndote que te quiere, encuentras una llamada para quedar de alguien que quieres y que hace tiempo que no ves, encuentras un abrazo de quien te quiere, un beso de cariño, un beso de amor, un beso de amistad, y luego y además están los grandes recuerdos de los grandes momentos que te han hecho sentir lo que la vida es. Y aquellas montañas tan altas con esas nubes que hicieron oscuro aquel día desaparecen y entonces en el amanecer brilla el sol en el horizonte. Y ,¡¡¡¡¡¡¡chan, chan, chaaaannnn…!!!!!, entonces es cuando das gracias a la vida por todo. Das gracias a la vida por esas montañas y también por las nubes que oscurecen el día y sobre todo das gracias a la vida por poner a tu alcance todo lo necesario para ser humano y superar ese paisaje….
Te pone un amigo, una mirada, una presencia, esa persona querida, ese sms, ese ser tan querido, esa llamada, ese abrazo esos besos y aquellos recuerdos…. Solo puedo dar gracias a la vida…, por ponerme delante a todos los que hacéis que las montañas y las nubes sean insignificantes…

GRACIAS.
 
 
Sin rendición...
Sustituir la palabra "nena" por el nombre de la persona que "queráis" cuando queráis.
Esta vez, y en esta ocasión, la mía serás "tu",  amigo grande y querido mío...

viernes, 7 de marzo de 2014

Navegando...

Para toda aquella persona que en algún momento se ha encontrado sola, bien sea sin alguien alrededor o rodeada de una multitud...
 
Después de escribir esta entrada y buscando en el baúl de la música he encontrado esta canción que siempre me gustó y ahora que ya se lo que dice, creo que no puedo mas que mostrárosla...
 
Así es la vida...
 
 

En esta vida nos empeñamos en ocasiones, en crucificarnos a nosotros mismos, y a veces nos llevamos con nosotros, durante un tiempo sin darnos cuenta, a quien no lo merece…
Navegar con respeto..., es libertad.
 
Viajar navegando sobre el mar placido y tranquilo divisando en todo momento el horizonte es la mejor forma de encontrar la búsqueda de lo que nos hace feliz… Emprender el viaje en soledad y navegar bajo el cielo azul, con las estrellas, el sol y la luna y el mar y ese horizonte como únicos testigos de nuestra aventura, siendo nosotros la isla salvadora de nuestro corazón.  Durante nuestro placentero viaje en busca del encuentro con la felicidad, se disfruta desde el mismo momento en que nos subimos al barco y arrancan los motores y con una velocidad de crucero, con serenidad, en paz, y sin ninguna prisa y con todas las pausas del mundo, pues estoy casi seguro que por mucho que se corra nunca se llega a ese utópico, hipotético, efímero, abstracto, infinito e inalcanzable objetivo. ¡Qué más da…!  ¿Para qué correr? si siempre nos queda la duda de haber llegado o quizá no, y muchas veces, o casi siempre tenemos la sensación de no haber culminado o llegado a la cúspide. ¿Y si tuviéramos esa sensación?, ¿qué nos queda?, ¿otro reto?, y toda la vida la pasamos intentando culminar retos, cumplir objetivos… Entonces, pienso que a todos nos quedaran muchas cosas por hacer en este mundo donde las normas te van marcando el camino. Si fuera capaz de cumplir una única norma, que fuera la de la fluidez y el respeto con amor incondicional…  
 
¿No será mejor disfrutar del viaje, disfrutar da cada pausa y de cada lánguido movimiento del barco, pensando que lo que vivimos en el momento es lo mejor que nos puede pasar?  Pensando que lo que nos acontece es bueno, que la vida pasa por nosotros a su aire y no somos quien para forzar lo que no se debe forzar.   Y cuando digo soledad, me refiero únicamente al principio del viaje, luego las estrellas que te acompañan se van acercando, una veces una a una, otras veces varias a la vez, unas son fugaces y otras viven alumbrando todo tu viaje, unas más cerca, unas en popa, otras en proa, las hay a babor y algunas a estribor, pero está esa estrella que incondicionalmente no se separa de ti, manteniendo luz en tu alma… Y alumbrado por ella y con el horizonte como visión de placer navegaremos en medio de la felicidad y sin temor al fracaso, porque no hay mayor fracaso que la autocrucificcion y la nula autoestima.
Querámonos a nosotros mismos como si fuéramos esa luz que alumbra a nuestro mundo, mundo individual o colectivo… Alumbremos a las personas que nos rodean, a las que les tenemos amor, amor de todas las categorías, formas y maneras… como la luz de esas personas nos alumbran a nosotros. Y así la luz nunca se apagara mientras naveguemos solos junto a quien queremos y amamos…
Alumbremos en libertad, y la luz nos dará esa libertad de decisión que nos permita  seguir buscando la felicidad esperada...
Y entonces la luz nos guiara incluso de noche, bajo el cielo azul y lleno de invisibles en algunos casos y deslumbrantes estrellas en otros…, pero todas importantes y necesarias…
Navegando, navegando, navegando, navegando…



Mike Oldfield: “Cuando estas en mar abierto, ¡ te invade esa sensación maravillosa de libertad!